"Género" es un concepto nebuloso, y ninguno es tan nebuloso como el thriller. Lo que un espectador puede considerar demasiado aterrador, y así, plantarlo firmemente en el reino del horror, para otros,  ni siquiera puede elevar el ritmo cardíaco.

En mi caso, por ejemplo, con lo cinemateca que soy, odio sin embargo, las pelis de terror. Me impresiono fácilmente. Me angustian. (Debo ser una de las pocas personas que nunca vio la serie "The walking dead". Alcancé a ver los primeros cinco minutos del primer capítulo y fueron suficientes. Nunca más.)

Con todos los acontecimientos de hoy, se suman a las personas imprescionables como yo, todas las otras que habitualmente no lo son, pero que la pandemia ha logrado la psicosis necesaria como para bajarles las defensas. O sea, a la hora de recomedar películas de horror, no soy la más indicada.

A los efectos de elegir algunos thrillers brillantes, tuve en cuenta todo lo expuesto. La última peli de Emily Blunt y su esposo John Krasinski, es una peli no necesariamente de horror, sino  uno con algo de ritmo rápido, psicológicamente intenso y / o misterioso, pero no abiertamente aterrador o violento.  

2) Black Swan

El triplete thriller de Darren Aronofsky sobre la producción de Swan Lake de New York Ballet Company es psicológica y visualmente intenso. Natalie Portman interpreta a Nina, una bailarina tímida y ambiciosa que convence al director artístico de la compañía para que la interprete en el papel principal, Swan Queen. Nina entabla una amistad-corte-rivalidad con una nueva bailarina, Lily (Mila Kunis), pero pronto comienza a alucinar a un malvado doppelganger, y encuentra heridas inexplicables en su cuerpo. Aronofsky es conocido por dibujar alegorías inquietantes y ambiguas en sus películas, y la representación de Portman de un artista que se destruye a sí misma por la perfección es una de sus metáforas más apretadas hasta la fecha.

Muy buena peli, pero ni a palos la veo de nuevo. Para dejarme triste, es suficiente la vida real.

2) Ex Machina

El thriller de ciencia ficción de Alex Garland sobre un CEO de tecnología tipo Elon Musk, Nathan Bateman, (Oscar Isaac) que invita a un empleado, Caleb Smith, (Domhnall Gleeson) a realizar una Prueba de Turing sobre Ava (Alicia Vikander), una nueva IA que él desarrolla, es una de esas películas que desea volver a ver. Es fascinante ver a Nathan, Caleb y Ava manipularse entre ellos, especialmente cuando Caleb comienza a aprender más sobre los planes de Nathan para borrar la memoria de Ava y "actualizarla" después de pasar la prueba de Caleb. (Sugerencia: si eres aprensivo/a, mirá hacia otro lado cuando Caleb toma una navaja de afeitar.) La ciencia ficcióna ha estado explorando la arrogancia de la humanidad en la creación de inteligencia artificial desde que Frankenstein,  de Mary Shelley,  creó el género, pero la versión de Garland del Prometheus moderno es una actualización elegante para la era del teléfono inteligente. —

Que las disfrutes.