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La fecha rinde honor al acto realizado por Enrique Ernesto Febbraro, quien envió a todo el mundo, mil postales, el día que el hombre llegó a la Luna. Según el propio autor de la iniciativa en diversas entrevistas , "tenía esa idea desde hacía tiempo".
Las declaraciones de Febbraro a la prensa sobre qué lo llevó a celebrar la amistad, han sido confusas: Según sostuvo en una de ellas, cuando escuchó que el alunizaje del módulo era un gesto de amistad, desde la humanidad hacía el universo, se le ocurrió que ese podía ser el Día del Amigo, por tal motivo mandó mil postales a todas partes del mundo. (La verdad es que este asunto está re confuso. No entendí nada)
Desde su consultorio de Lomas de Zamora, en Buenos Aires, envió mil cartas a cien países, de las cuales obtuvo 700 respuestas. Terminó patentando su idea en el registro de la propiedad intelectual en el año 1972; luego la donó al Rotary Club, del cual era miembro. Una década más tarde de que Neil Armstrong pisara la Luna, durante el gobierno militar, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires estableció a través del Decreto 235/79, la oficialización del Día del Amigo.
O sea: el origen del motivo está muy poco claro: "era un gesto de amistad, desde la humanidad hacía el universo"... No entendí.
La verdad es que para el argentino es tan importante celebrar el Día del Amigo, que francamente poco importa el origen del festejo.
No importa la edad: el festejo es muy muy importante para el argentino. Este año, luego de un aislamiento de tanto tiempo, se ha vuelto imprescindible: todos necesitamos el abrazo del amigo. Los restobares están todos reservados, ya no hay lugar disponible. Nos reunimos en espacios abiertos, para cumplir con los recaudos sanitarios, sin importar el frío del invierno.
"La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas". Aristóteles.
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