Finanzas para principiantes. Parte 2
¿Bajan las aciones? ¡Compremos!
En el post anterior, aprendimos conceptos básicos para empezar a entender las finanzas desde un lugar amateur. Las oportunidades que nos ofrece el internet, para invertir sin conocer verdaderamente del tema, nos hace envolver en una telaraña de desaciertos. La red nos llena de fakenews que no hacen otra cosa que confundir a los incautos. Por eso, empecemos por considerar dos temas muy importantes:
- Elegir la fuente de lo que estamos leyendo
- Usar el sentido común
El inversor amateur, tiende a caer una trampa común. La misma en la que, muchas veces cae el argentino, quien por su naturaleza y su cultura, es candidato a quedar atrapado en estos comportamientos.
Cuando el dólar sube, ¡compramos rápidito porque está subiendo, viste?! Haciendo en consecuencia que los verdes aumenten más aún.
Con las acciones pasa lo mismo. Es cierto que, cuando una acción está a la baja, es momento de comprar. Y, por el contrario, cuando sube, hay que vender. El profesional, tiene información permanente y la interpreta adecuadamente. Ese es su trabajo.
Pero cuando una acción está bajando estrepitosamente, la cuestión es muy diferente. Y ahí caemos los incautos.
Una de las reglas de oro en materia de inversiones es no comprar aquello que está cayendo en picada, porque no tenemos manera de saber hasta dónde seguirá cayendo.
La historia se repite una y otra vez. Si bien la caída de los últimos días fue brutal, y la tendencia ahora es claramente hacia abajo, cada vez son más los inversores amateurs que se convencen (o los convencen) de que este es un “excelente” momento para comprar acciones.
Antes de seguir, vale la pena una aclaración: ni yo ni nadie puede ver el futuro. La bolsa puede subir. El asunto es probabilístico y las probabilidades están en contra. En palabras fáciles: si compran ahora tienen muchas más chances de perder que de ganar. Les puede salir bien alguna vez, pero en el total, la estrategia de comprar aquello que baja es sencillamente pésima.
Los únicos que saben resolver este dilema son los expertos. La facilidad con que accedemos por internet a cualquier lugar, no significa que tomemos buenas decisiones.
Una vez más: para tus finanzas personales, contratá a un experto.