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En Argentina, las sucesiones se rigen por el Código Civil y Comercial de la Nación. Una sucesión es el proceso legal mediante el cual los bienes y derechos de una persona fallecida (llamada "causante") son transferidos a sus herederos o legatarios.

Los herederos forzosos en la sucesión Argentina.

Los herederos forzosos, también conocidos como herederos legítimos, son aquellos familiares directos que tienen derecho a recibir una porción de los bienes de la herencia, incluso si el causante ha dejado un testamento. Estas porciones se denominan "legítimas" y están protegidas por ley.

En Argentina, los herederos forzosos son los siguientes:

  1. Descendientes (hijos, nietos): Los hijos y descendientes directos del fallecido tienen derecho a una parte de la herencia. Si el causante deja hijos, la legítima se divide por partes iguales entre ellos. Si uno o más de los hijos han fallecido, sus descendientes (nietos) heredan la parte que les correspondería a sus padres.
  2. Cónyuge: El cónyuge sobreviviente también tiene derecho a una legítima. Su porcentaje varía según la existencia de descendientes o ascendientes. Si el causante no tiene descendientes ni ascendientes, el cónyuge hereda la totalidad de los bienes.
  3. Ascendientes (padres, abuelos): Si el causante no tiene ni descendientes ni cónyuge, los padres o, en su defecto, los abuelos, tienen derecho a una legítima.

Es importante destacar que las legítimas son intangibles, es decir, no pueden ser privadas en su totalidad. Sin embargo, el causante(fallecido) puede disponer en vida, libremente,  de una parte de sus bienes, llamada "porción disponible". Esta porción disponible se distribuye según la voluntad expresada en el testamento, si existe, o de acuerdo con las reglas de la sucesión intestada.

En el caso de que la distribución de los bienes de la herencia no cumpla con las legítimas establecidas por ley, los herederos forzosos tienen la posibilidad de impugnar el testamento o la distribución realizada, solicitando la protección de sus derechos legítimos.

Aquí tenés algunos aspectos clave relacionados con las sucesiones en Argentina:

  1. Testamento: Una persona puede dejar un testamento en el cual exprese su voluntad sobre cómo desea que se distribuyan sus bienes después de su fallecimiento. Si existe un testamento válido, se debe cumplir con lo dispuesto en él, siempre y cuando no viole las legítimas.
  2. Legítimas: Las legítimas son una porción de los bienes de la herencia que están destinados a los herederos forzosos, como los descendientes (hijos, nietos), el cónyuge y los ascendientes (padres, abuelos). Estas legítimas son intangibles y no se pueden privar por completo, aunque el causante puede disponer de una parte de sus bienes en forma libre y voluntaria (llamada "porción disponible").
  3. Sucesión intestada: Si una persona fallece sin dejar testamento o si el testamento es inválido, se sigue un proceso llamado "sucesión intestada". En este caso, la ley establece un orden de prelación para determinar quiénes serán los herederos y cómo se distribuirán los bienes.
  4. Designación de un albacea: En el testamento, se puede designar a una persona como albacea. El albacea es la persona encargada de llevar a cabo las disposiciones testamentarias y administrar los bienes de la herencia hasta su distribución final.
  5. Trámites y plazos: El proceso de sucesión implica realizar una serie de trámites legales, como la obtención del certificado de defunción, el inventario y avalúo de los bienes, la designación de un abogado para representar a los herederos, entre otros. Los plazos pueden variar según la complejidad del caso y las circunstancias específicas.

¿Cuánto sale una sucesión en Argentina, entre aranceles y abogados?

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El costo total de una sucesión en Argentina puede variar significativamente dependiendo de varios factores, como la complejidad de la herencia, el valor de los bienes involucrados, los honorarios del abogado y los aranceles correspondientes. Cada caso es único y los costos pueden variar según las circunstancias específicas y la ubicación geográfica. Lo que sí puedo asegurarte es que, si la herencia está compuesta por varios bienes, perderás uno para pagarla.

En general, los costos asociados con una sucesión incluyen los siguientes:

  1. Honorarios del abogado: Los honorarios de un abogado pueden ser establecidos de manera libre entre el profesional y el cliente, por lo que pueden variar considerablemente. Los honorarios se suelen calcular en función del valor de los bienes a heredar o de acuerdo con un porcentaje establecido por el Colegio de Abogados de cada jurisdicción. Es común que los abogados cobren una suma fija por el proceso de sucesión o que establezcan una combinación de honorarios fijos y variables.
  2. Aranceles notariales: Durante el proceso de sucesión, es posible que se requiera la intervención de un notario(escribano)  para la redacción y certificación de documentos legales. Los aranceles notariales también pueden variar según la complejidad del caso y el valor de los bienes involucrados.
  3. Tasas judiciales: En algunos casos, es posible que se deban pagar tasas judiciales para presentar los trámites relacionados con la sucesión ante el tribunal correspondiente.

Además de estos costos, también se pueden presentar gastos adicionales, como los relacionados con la valuación de los bienes, el pago de impuestos sucesorios y otros gastos administrativos.

Debido a la variabilidad de los costos y honorarios asociados con una sucesión, es recomendable consultar con varios abogados especializados en derecho sucesorio y solicitar presupuestos detallados antes de contratar los servicios profesionales. De esta manera, podrás obtener una idea más precisa de los costos involucrados en tu caso específico.

*Todo el costo de la sucesión detallado anteriormente, puede evitarse. Sí, pagando CERO.
Basta con la contratación de un seguro sucesorio.

El momento indicado para la contratación de esta herramienta financiera es al comenzar la familia. A modo de ejemplo, te diré que aportando U$200 (dólar oficial Banco Naciòn), por mes, podrás asegurarte una cifra de U$200.000 ó más, según sea el caso. *

De esta manera, al fallecer la persona asegurada, su familia cuenta con el dinero suficiente para pagar la sucesión completa, sin perder ninguna propiedad, en el camino.

En resumen: no sos vos quien pagás impuestos  para heredar, con los ahorros que tanto te costó juntar, sino la Compañia Aseguradora que contrataste oportunamente.

¿Cuánto tiempo demora terminar una sucesión en Argentina?

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Si tenés contratado un seguro sucesorio, en unos pocos meses habrá terminado todo. Si no, rezá.

El tiempo requerido para finalizar una sucesión en Argentina puede variar según varios factores, como la complejidad de la herencia, la existencia de conflictos entre los herederos, la carga de trabajo del tribunal y otros factores externos. No existe un plazo fijo establecido por ley para la duración de una sucesión.

Dicho ésto, el proceso de sucesión generalmente lleva varios meses e incluso puede extenderse a varios años, dependiendo de las circunstancias. Algunas de las etapas que pueden tomar tiempo en el proceso de sucesión incluyen:

  1. Reunir la documentación necesaria: Es necesario recopilar la documentación requerida, como el certificado de defunción del causante, el testamento (si existe), los títulos de propiedad, estados de cuenta bancarios y otros documentos relacionados con los bienes y las deudas del fallecido.
  2. Inicio de la sucesión: Ésto implica presentar una demanda ante el tribunal competente para abrir la sucesión y designar un abogado para representar a los herederos.
  3. Trámites legales: Durante el proceso, se realizan trámites como la valuación de los bienes, la liquidación de deudas, el inventario de los activos y pasivos de la herencia, y la presentación de las declaraciones fiscales correspondientes.
  4. Posibles conflictos: Si hay disputas entre los herederos o terceros, como impugnaciones al testamento o reclamos de legítima, el proceso puede prolongarse debido a la resolución de dichos conflictos (por años).
  5. Distribución de la herencia: Una vez que se hayan cumplido todas las etapas legales y se haya pagado cualquier deuda o impuesto pendiente, los bienes de la herencia se distribuirán entre los herederos de acuerdo con lo establecido en el testamento o la ley.

¿Qué pasa con la disponibilidad de los bienes mientras está la sucesión en curso?

Durante el proceso de sucesión en curso, los bienes de la herencia generalmente quedan bajo una situación de "indivisión hereditaria". Ésto significa que los bienes aún no se distribuyen formalmente entre los herederos, y no se puede disponer de ellos de forma individual.

Durante la indivisión hereditaria, los bienes se mantienen en un estado de titularidad compartida entre los herederos. En este sentido, los herederos tienen derechos sobre los bienes, pero no pueden realizar actos de disposición o enajenación sin el consentimiento de los demás herederos o sin autorización del tribunal competente.

Sin embargo, existen algunas excepciones en las cuales se permite la disposición de ciertos bienes durante el proceso de sucesión, tales como:

  1. Administración ordinaria: Los herederos pueden realizar actos de administración ordinaria sobre los bienes de la herencia, como el pago de facturas y gastos habituales, siempre y cuando no afecten significativamente los derechos de los demás herederos.
  2. Autorización judicial: En casos específicos, un heredero puede solicitar autorización judicial para la enajenación de bienes durante la indivisión hereditaria, siempre y cuando exista una causa justificada y se protejan los derechos de los demás herederos.

Es importante destacar que cualquier acto de disposición(o sea, venderlo) realizado sin el consentimiento de los demás herederos o sin la autorización del tribunal puede ser impugnado y declarado nulo posteriormente, lo que puede generar conflictos y retrasar el proceso de sucesión.

En resumen, durante la sucesión en curso, los bienes de la herencia generalmente están sujetos a una indivisión hereditaria y no se pueden disponer (vender)  de forma individual hasta que se complete el proceso de sucesión y se realice la distribución de los bienes entre los herederos de acuerdo con lo establecido en el testamento o la ley.

¿Qué pasa con las deudas que dejó el fallecido?

Las deudas que deja una persona fallecida deben ser atendidas durante el proceso de sucesión. En general, las deudas no desaparecen con la muerte del deudor, sino que se deben pagar utilizando los activos de la herencia.

Si tenés un seguro sucesorio, las deudas pueden pagarse con la suma asegurada recibida, obviamente, dependiendo de la cantidad. Pero si no tenés seguro, a arremangarse...

Durante la sucesión, se lleva a cabo un proceso para liquidar las deudas pendientes del fallecido. Ésto implica identificar y evaluar todas las deudas, como préstamos, hipotecas, tarjetas de crédito, impuestos adeudados, entre otros.

El pago de las deudas se realiza con los activos de la herencia. Si los activos no son suficientes para cubrir todas las deudas, el principio general es que las deudas se pagan en proporción a su importe, y los herederos no están obligados a asumir las deudas con su patrimonio personal.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que hay excepciones y situaciones particulares en las cuales los herederos pueden ser responsables de las deudas del fallecido, como por ejemplo:

  1. Herencia aceptada a beneficio de inventario: Si los herederos optan por aceptar la herencia a beneficio de inventario, limitan su responsabilidad a los activos de la herencia, y no se ven obligados a pagar las deudas con su patrimonio personal.
  2. Deudas con garantía real: En el caso de deudas garantizadas por una hipoteca u otro tipo de garantía real, el acreedor puede ejercer su derecho sobre el bien en particular para satisfacer la deuda.

No importa cuál sea el caso. La diferencia en tener contratado un seguro al momento de la sucesión, puede cambiar tu vida.

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