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Una de las primeras cosas que hay que saber es que, si bien no es un proceso complicado, "no es igual abrir una cuenta en cualquier banco ni en cualquier país".
Es decir que no todos los bancos son para todos. Porque cada entidad define si toma personas de tal o cual país, en qué rubros económicos se quiere enfocar y cuáles no desea atender, que volúmenes de dinero pueden manejar sus clientes y cuáles no, etcétera.
El más conveniente es Estados Unidos, basados en que es un país pro inversores en el que hay mucha seguridad jurídica y donde, al haber mucha competencia, se traduce en costos más bajos.
Mientras tanto, en Argentina, con el cepo del cepo, se esperan más restricciones...
Los argentinos tienen más de US$250.000 millones "abajo del colchón": en cajas de seguridad o fuera del sistema financiero.
Y eso es porque hay desconfianza generalizada en el sistema de gobierno, por lo que muchas personas prefieren llevarse sus ahorros a otro país.
Aunque Estados Unidos sigue siendo la elección preferida por argentinos, tienen los requisitos compartidos con otros países:
1) En primer lugar, hay que justificar el origen de los fondos ante el banco, debido a las políticas de prevención del lavado de dinero y financiamiento del terrorismo.
2) Declarar que el interesado no sea una persona políticamente expuesta por haber ocupado un cargo público o estar relacionado con algún funcionario o ex funcionario.
3) Completar los formularios de apertura de cuenta. El "W8″, que es como una declaración jurada donde la persona asegura que no es residente fiscal norteamericano ni ciudadano estadounidense, por lo que no debe pagar impuestos en Estados Unidos.
4) Piden una boleta de servicios para demostrar que el domicilio declarado en los formularios coincide con el lugar real de residencia.
5) Un extracto bancario para demostrar que la persona está bancarizada en otra institución financiera de otro país.
6) Tu pasaporte y, en algunos bancos, la visa.
La apertura de cuentas por parte de extranjeros está permitida en Estados Unidos pero cada entidad puede pedir diferentes requisitos.
Por ejemplo, hay bancos que no atienden latinoamericanos o que atienden solo a los de ciertos países. Otros que atienden a cualquiera salvo gente de cierto rubro.
Mientras tanto, recordá que la legislación tributaria argentina claramente grava en bienes personales, las cuentas en el exterior. O sea... cuidado acá.
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