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El reciente anuncio de la vuelta a la oficina, de los empleados estatales, hizo replantear el regreso del mercado laboral.

Muchas empresas argentinas informaron a sus empleados que el retorno a la oficina no será como antes de la pandemia. Hay mucha incertidumbre al respecto. Lo único claro es que la vuelta sería gradual y parcial.

Lo cierto es que, ese primer regocijo de trabajar desde casa, duró poco: los 15 meses de "home office forzado", ocasionaron desgaste en los empleados y colaboradores. La falta de buena conectividad, la falta de espacios adecuados, los niños correteando alrededor, aburridísmos y la desacostumbrada convivencia de las rutinas familiares con las laborales hicieron estragos, dejando la duda en la instalación del home-office de forma definitiva.

Así, según una reciente encuesta de INDEC, sólo el incierto y dudoso 25% de los empleados, podría continuar trabajando a remoto, sin demasiados inconvenientes.

Este temible resultado explica por sí mismo el fuerte aumento, sobre todo desde mediados de este año, en las consultas y demandas desde el mundo corporativo que indagan sobre instalar una tercera opción:  ofrecer a sus colaboradores, terceros espacios para trabajar conforme a sus objetivos (eso es coworking). De esta forma, ni home office ni oficina tradicional, sino un lindo espacio de trabajo, para uno sólo (no es la oficina), con excelente conectividad, instalaciones adecuadas y un trabajo en armonía.

Así, se incorpora un tercer jugador:  no es la oficina de siempre pero tampoco es la vivienda familiar. En realidad, este concepto existe hace años, pero nació con un objetivo distinto.  Funciona exitosamente en otros países del mundo bajo el marco de la economía colaborativa. Lo que se busca con estos nuevos modelos es superar al ahora `viejo´ espacio laboral y optimizar toda una serie de problemas asociados al desempeño de las tareas desde el hogar ofreciendo una experiencia de trabajo disfrutable e inspiradora. Definitivamente, algo que represente un beneficio y estímulo para los equipos de trabajo.

Photo by Austin Distel on Unsplash

No quiere decir que las oficinas tradicionales hayan muerto, sino que empiezan a intervenir opciones que mejoran la calidad de vida con  modelos híbridos en donde se conjugan espacios flexibles y colaborativos con salas de reuniones dinámicas en la  agenda semanal.

Un nuevo mundo donde oficinas, salas de reuniones, espacios mixtos y lugares no tradicionales se combinan para ofrecer espacios híbridos para esta nueva realidad.

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