Psicopateada por el corona y con más trabajo que nunca (home office), terminé el año con escasa cordura. Ávida de una buenas vacaciones, tomé mi descanso el cual, aunque no viajé a ningún lado, cumplió con el cometido. El ocio siempre es bienvenido. Sirvió para encontrar mi eje. Eso explica mi ausencia en las redes sociales y en nuestra web.

Los viajes serán re-calculados para después de la vacuna. Por ahora, ni a palos...

Pero he vuelto a la carga.  Ya re-establecidas las neuronas y funcionando a pleno, mañana 01 de marzo de 2021, empezarán las publicaciones habituales.

La Organización Mundial del Trabajo (OIT), entiende al descanso y a las vacaciones,  como fundamentales para la salud física y mental de las personas. De hecho, para alcanzar altos niveles de productividad y bienestar laboral, la OIT considera indispensable contar con regímenes de trabajo y descanso.

Para la OIT, el estrés es "la respuesta física y emocional a un daño causado por un desequilibrio entre las exigencias percibidas y los recursos y capacidades percibidos de un individuo para hacer frente a esas exigencias".

La pandemia, la cuarentena, la falta de sociabilidad y el temor permanente, me dieron vuelta la cabeza.

¿Creen que allí fui de vacaciones ? ... Pues no



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