Con la estrategia de management más audaz y en respuesta al aislamiento, la mayor cadena argentina de electro, Garbarino, (que iba camino a la quiebra) mejoró su oferta online de alimentos, farmacia y otros artículos de primera necesidad.

Esta semana, llegó el cisne negro, acaso el menos esperado, y obligó a repensar toda la economía en su conjunto. El avance del coronavirus llevó, en apenas dos meses, a modificar completamente infinidad de negocios, en muchos casos apelando a la implacable lógica de "la supervivencia del más apto".

A pesar de que la economía mundial se viene abajo, hay áreas que han crecido exponencialmente.  Fue el comercio electrónico el que mejor parado quedó para transitar las medidas de aislamiento preventivo decretadas en varios países. Incluso, aceleró el crecimiento desbordado de todos aquellos que se dedican de una u otra manera, a la informática. La "transformación digital" de muchas empresas para vender en tiempos de cuarentena, es esencial.

Ésto se notó también en Argentina, donde los supermercados tuvieron que trabajar contrarreloj para adaptar a sus sucursales virtuales a los picos de demanda que se generaron a partir de mediados de marzo, lo cual, también empujó el crecimiento insólito de las empresas pymes de transporte. En algunos casos muestran demoras de hasta cinco días en la entrega de pedidos.

Otro gran protagonismo en esta cuarentena está ocupado sin duda, por las apps de delivery,  quienes avanzaron sabiamente para cerrar alianzas comerciales con nuevos proveedores, mientras que Mercado Libre apuró su muy esperado "Supermercado Libre".

Como ven, lo que determina que un Emprendedor sea exitoso, es su actitud, su impronta, su positivismo, sus ganas, su torbellino de ideas.

Esta pandemia no tiene final inmediato. Agudicemos nuestras iniciativas.