Foto de Greg Rakozy en Unsplash

La dependencia comercial de los países, con el dólar estadounidense y el  auge de las criptomonedas han probocado cambios financieros inminentes.

En un mundo en constante transformación, donde las noticias y los acontecimientos se entrelazan, surge un patrón intrigante que no puede ser ignorado. Es como si las piezas de un rompecabezas se estuvieran uniendo, revelando una imagen sorprendente. En el centro de esta fascinante historia se encuentra un tema recurrente: la desdolarización.

En diferentes rincones del mundo, los países están contemplando la idea de dejar de depender del dólar estadounidense como moneda de referencia. Este movimiento es impulsado por varios factores, uno de ellos es el surgimiento del bloque BRICS, conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Estas naciones han decidido unirse para realizar transacciones comerciales utilizando una nueva moneda que están creando, buscando así reducir su dependencia del dólar.

Pero eso no es todo. También hay un proyecto llamado "Feed Now", desarrollado por la Reserva Federal de Estados Unidos, que pretende establecer un sistema de pagos rápidos y en tiempo real utilizando la tecnología blockchain. Ésto marca un cambio significativo en el sistema financiero, ya que se busca agilizar las transacciones y reducir las barreras existentes.

Y aquí es donde entra en juego el estándar ISO 20022. Este estándar se ha convertido en un lenguaje común que permite la interoperabilidad entre todas estas iniciativas. Es como el cable de carga de un teléfono: si tenés un iPhone, no puedes usar el cargador de un Samsung. Pero si todos los dispositivos usan el mismo estándar, la comunicación se vuelve fluida. El ISO 20022 se convierte en el puente que une los diferentes sistemas, como el Feed Now de la Reserva Federal, el sistema SWIFT interbancario y los proyectos impulsados por el bloque BRICS.

El Feed Now permitirá pagos rápidos y eficientes, eliminando las demoras y las altas comisiones asociadas a las transferencias internacionales. Además, al utilizar la tecnología blockchain, se logrará una mayor transparencia y trazabilidad en las transacciones financieras. Ésto podría reducir el lavado de dinero y la actividad delictiva, ya que cada movimiento quedaría registrado y sería fácilmente rastreable.

Sin embargo, este nuevo panorama también plantea interrogantes y preocupaciones. Por un lado, los gobiernos tendrá un mayor control sobre las transacciones y los flujos de dinero de los individuos. Aunque ésto no implica necesariamente una intromisión directa en la vida de las personas, el hecho de que se pueda rastrear y programar el uso del dinero plantea dudas sobre la privacidad y la autonomía financiera.

El nuevo orden mundial financiero está en marcha, y el estándar ISO 20022 se presenta como una piedra angular en esta transformación. Mientras los bloques y las naciones se preparan para adoptar este estándar y utilizar la tecnología blockchain, se plantean oportunidades y desafíos. Algunas criptomonedas también han adoptado el estándar ISO 20022, lo que podría abrir nuevas posibilidades de inversión.

En este apasionante contexto, el futuro de las transacciones financieras se vislumbra más digital y eficiente. Sin embargo, no podemos obviar las implicancias que ésto conlleva en términos de control y transparencia. El camino hacia un sistema financiero globalizado está en marcha, y solo el tiempo revelará las consecuencias de este cambio de paradigma. Estaremos atentos a los próximos acontecimientos y seguiremos explorando este fascinante nuevo mundo financiero.

Jolivet Grupo Financiero