“Lo tenían todo... menos un plan”
Martín y Andrés eran socios desde hacía 30 años. Pero uno falleció sin dejar un plan. La familia heredó el negocio… y todo cambió. Una historia real que demuestra por qué conviene hablar a tiempo.
Martín y Andrés fundaron su empresa en los 90. Crecieron juntos, atravesaron crisis y compartieron 30 años de trabajo codo a codo.
Lo que nunca hablaron fue del final.
Martín falleció de forma inesperada.
Su familia heredó su parte de la empresa... y también sus decisiones.
Andrés quedó atado a socios que no eligió, que no conocían el negocio y que lo empujaron a vender.
No hubo maldad. Solo falta de previsión.
Un seguro societario habría evitado el conflicto.
Un acuerdo firmado les habría dado tranquilidad a todos.
Y la empresa... podría seguir viva hoy.
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