Los costos ocultos de no tener un seguro de vida
Herencias, sucesiones y deudas: cuando alguien fallece sin seguro, la familia paga un costo altísimo. Descubrí cómo un seguro de vida evita problemas legales y financieros en el peor momento.

Foto de Ryan Stefan en Unsplash
Cuando hablamos de seguros de vida, muchas personas piensan que es “algo extra”, un gasto más en la lista.
Pero la realidad es muy distinta: no tenerlo puede costar muchísimo más.
Lo que pasa cuando no hay seguro de vida
Cuando alguien fallece sin previsión:
- La familia se enfrenta de inmediato a gastos de sepelio.
- Luego aparecen las deudas personales: tarjetas, préstamos o créditos.
- Si había bienes, empieza la sucesión: un proceso lento, costoso y desgastante.
- En muchos casos, los herederos terminan malvendiendo propiedades solo para poder cubrir gastos.
Todo ésto ocurre en un momento donde lo único que debería importar es el duelo.
Mini guía: pasos legales inevitables
- Partida de defunción → necesaria para iniciar cualquier trámite.
- Inventario de bienes y deudas → se deben declarar todos los activos y pasivos.
- Inicio de la sucesión → requiere abogados y puede durar meses o años.
- Gastos judiciales y honorarios → que corren por cuenta de la familia.
La diferencia de estar cubierto
Un seguro de vida bien planificado cambia la historia:
- Aporta liquidez inmediata para afrontar gastos.
- Evita que la familia se endeude o venda bienes apresuradamente.
- Permite cubrir herencias y dejar todo más ordenado.
- Protege a cónyuges e hijos en un momento crítico.
No se trata de pensar en la muerte, sino en cómo proteger la vida de quienes más queremos.
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