"El desafío está en ser capaces de cambiar la manera de pensar y atrevernos a ofrecer productos y servicios teniendo en cuenta la base de la pirámide". (Roberto De la Vega Vallejo, director de posgrados del CESA)

Las empresas cada día la tienen más difícil : obtener mejores resultados que la competencia, en medio de un entorno económico y de negocios cada vez más hostil, con clientes cada vez más informados y exigentes y gobiernos cada vez más desarrollados en términos de regulación impositiva, se ha convertido hoy, en un gran desafío.

La solución está en adaptarse rápidamente a los cambios del entorno, apalancándonos en las capacidades organizacionales asociadas al aprendizaje y a la innovación.

Todo lo que está pasando es una oportunidad

Y en épocas de crisis económica, como la actual, las empresas  deben pensar  en desarrollar productos o servicios para aprovechar las grandes oportunidades que brinda la base de la pirámide, en donde hay muchísimas necesidades insatisfechas que brindan muchas oportunidades de negocio, particularmente en países emergentes como el nuestro.

No podemos negar que, para diseñar productos y servicios para estos segmentos de mercado también hay que tener en cuenta la existencia de múltiples vacíos institucionales: la falta de acceso al crédito, la falta de infraestructura y la poca eficiencia de los intermediarios en la cadena de valor, la restricción de recursos -asociados no solo a la falta de capital sino a la falta de acceso al conocimiento y la información- y el ingreso disponible limitado.

Pero las pymes son las mejores posicionadas ya que su tamaño les permite adaptarse a los cambios y a las innovaciones, mucho más rápidamente que las grandes corporaciones.  Apple es una de las empresas que más factura en el mundo. Sin embargo, para satisfacer a su cliente, solo puede innovar en más tecnología, ya que su público no es para nada, la base de la pirámide. Solo el 5% de los consumidores pueden accdeder a un iPhone.

En cambio las startups, pymes y micropymes, pueden acceder a la base de la pirámide, donde está el otro 95%.

Y de eso se trata la innovación frugal: definir cuales funcionalidades debe tener un producto, servicio o modelo de negocio para dar respuesta a las necesidades de nuestros clientes  y no incluir, ni más, ni menos. Para ello, hay que ampliar el horizonte y no quedarse siempre en el mismo camino: hay que innovar.

Estar trás la búsqueda de las "lagunas del mercado", entender muy bien las necesidades de los clientes, y darles justo lo que ellos necesitan es el camino de muchos caminos.