Aunque se le negó el reconocimiento de "héroe" por ser gaucho, lo fue.

Güemes fue un militar y héroe de la liberación nacional que luchó en el Norte. Nació en Salta el 8 de febrero de 1785, hijo de Gabriel de Güemes Montero (nacido en Santander, España) y María Magdalena de Goyechea y La Corte, jujeña. Realizó sus estudios en la misma ciudad que lo vio crecer, su educación superior continuó en su casa, junto a sus hermanos, por medio de educadores pagados por su padre.

A inicios de 1799 se incorporó como Cadete de la 7ma Compañía de III Batallón del Regimiento de Infantería de Buenos Aires, que tenía su asiento en la Ciudad de Salta. Actuó en la Guerra de la Independencia y en las Guerras Civiles. Fue gobernador de Salta durante seis años y lideró la llamada Guerra Gaucha, defendiendo al país de las invasiones realistas.

Su actuación fue importante, ya que sin su resistencia, no hubiera sido posible defender el norte del país después de tres derrotas, ni hubieran sido posibles las campañas de San Martín. Bajo su mando, las ciudades de Salta y Jujuy y su campaña defendieron al resto de la Argentina sin ayuda exterior.

En la noche del 6 al 7 de junio de 1821, una columna realista guiada por un traidor sorprendió en Salta a Güemes, hiriéndolo de gravedad y provocando su penosa huída hasta Cañada de la Horqueta, donde muerió diez días más tarde. Güemes falleció en un catre a la intemperie cuando tenía 36 años. Es el único General que muerió por heridas recibidas en combate durante la guerra independentista.

En la media noche del 7 de junio de 1821,  Güemes había bajado de su campamento a la ciudad y despachaba a esa misma hora en la casa de su hermana doña Magdalena. Uno de sus ayudantes cruzó la plaza. La partida realista le dio el ¡quién vive! y al responderle: ¡la patria! le hicieron fuego. Al ruido de las detonaciones, Güemes montó a caballo y se dirigió a la plaza seguido de su escolta. Un otro ¡quién vive! lo detuvo y en pos de su respuesta de –¡la patria! hiciéronle una fuerte descarga. Güemes se retiró para ganar la campaña, pero otra partida realista que venía a sus espaldas, le hizo una nueva descarga, la cual le alcanzó;  sus fieles soldados lo condujeron al campamento del Chamical donde murió pocos diez días después. (Fuente: SALDÍAS, Adolfo, Historia de la Confederación Argentina, Rozas y sus campañas, Tomo I, Buenos Aires, Orientación Cultural Editores S.A., 1958, págs. 120-124.)

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