Hoy se cumple el 50 aniversario del Día de la Tierra. Para los satélites de observación de la Tierra, todos los días son el Día de la Tierra. Si bien las noticias de COVID-19 dominan los titulares y muchos de nosotros practicamos el distanciamiento social, aún queda la necesidad de actuar sobre el cambio climático, y los satélites son vitales para proporcionar los datos clave sobre este tema global.

Celebrado por primera vez en 1970, el Día de la Tierra provocó una ola de acción internacional. En 2016, las Naciones Unidas eligieron este mismo día, 22 de abril, como el día en que se firmó el histórico Acuerdo de París. Reconocido como el Día Internacional de la Madre Tierra por las Naciones Unidas, hoy refleja un día comprometido con la comprensión de la salud de nuestro planeta, protegiéndola para las futuras generaciones venideras.

La evidencia científica del cambio climático global es irrefutable. Organizaciones internacionales, como el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, han advertido sobre las consecuencias de un calentamiento climático que afecta los recursos de agua dulce, la producción mundial de alimentos, el nivel del mar y provoca un aumento de los fenómenos meteorológicos extremos.

Para hacer frente al cambio climático, los científicos y los gobiernos necesitan datos confiables para comprender cómo está cambiando nuestro planeta. Durante más de 30 años, los satélites de observación de la Tierra han reunido datos valiosos para enfrentar los desafíos de nuestro mundo.

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