Mark Clattenburg es uno de los árbritos elite de futbol más importantes de Europa.

Se ganó ese lugar, al estar presente en la final de Champions League de 2016 (Real Madrid se impuso al Atlético Madrid) y la definición de la Eurocopa de ese mismo año, que tuvo a Portugal como ganador del torneo tras superar a Francia en el último partido.

Hace poco tiempo atrás, fue contratado  para arbitrar en la liga de Arabia Saudita y China. Allí, en una entrevista mediática, contó algunas intimidades de los tres jugadores más destacados del mundo.

De Ronaldo dijo que lo conoció en sus inicios,  en la Premier League con la camiseta del Manchester United. “Admiré por encima de todo su capacidad para mejorar su juego cuando el equipo estaba caído".  "Lo arbitré como un jugador joven en Inglaterra, luego en el Real Madrid y siempre cumplió. Sabías que estabas compartiendo el campo con un jugador verdaderamente único que podría cambiar el juego en un instante”, comenzó su relato.

Me llevé muy bien con él. Cuando subí las escaleras para obtener mi medalla después de la final de la Eurocopa 2016, intentó agarrarme y abrazarme, ese era el nivel de respeto que teníamos”, comentó el árbitro al ser consultado sobre el partido más importante a nivel selección en la carrera de CR7. No obstante, luego aclaró que “nunca lo traté de manera diferente a ningún otro jugador y creo que es por eso que tuvimos una buena relación”.

El juez sorprendió al periodista cuando contó que había recibido un inesperado regalo que le hizo el actual atacante de Juventus. “Después de un partido, una camiseta entró en mi vestuario firmada: ‘A Mark, mis mejores deseos, Cristiano Ronaldo’. Ni siquiera lo había pedido. Fue un gesto tan agradable”.

Cuando le preguntaron por Leo, Clattenburg hizo foco en su increíble talento y cómo eso atenta contra su trabajo, ya que él debía esforzarse el doble. La primera vez que se vieron las caras fue el 15 de abril de 2015, en la victoria por 3 a 1 del Barcelona ante el PSG en el Parque de los Príncipes por los cuartos de final de la Champions League.

Cuando arbitré por primera vez a Messi, realmente me conmocionó. Estando tan cerca, recuerdo haber pensado: ‘Oh, Dios mío, esto es increíble ", afirmó. Sobre las dificultades para seguirle el ritmo al rosarino, comentó: “Cuando dirigís, uno suele mirar la pelota. Con él, podrías perder de vista incluso el balón".-

Clattenburg sostuvo que “tuve que cambiar la forma en que analizaba el juego cuando él estaba. Era tan hábil que los oponentes tratarían de detenerlo de diferentes maneras, a veces tirándolo con  el pie, a veces con la parte superior del cuerpo”.

Comentó que Messi “nunca se quejó ni dijo nada” y que siempre aguardaba que le designen un juego del Barcelona porque con él “sabías que el partido podría ser especial".

El uruguayo no tuvo tanta suerte: aunque elogió su enorme talento, el árbitro remarcó su manera “sucia” de jugar.

"Mi primer partido con él fue con el Ajax y marcó cuatro goles. Cuando llegué a casa les dije a mis amigos: “Qué jugador, es increíble”, comenzó. Aunque rápidamente agregó: “Tenía un lado sucio, como Diego Costa, pero tenía mucho talento”.

Tras su desembarco en el torneo inglés, el contacto entre ambos pasó a ser más habitual. "Estaba emocionado cuando el Liverpool lo firmó porque sabía qué jugador increíble estaba llegando a la Premier League. Él siempre jugaba al borde y tú tenías que manejarlo", rememoró.

Siempre te hablaba en español, pero yo había arbitrado en todo el mundo y sabía las palabras feas, así que le devolvía una o dos. ¡Eso le sorprendía!”, confesó.

Mark Clattenburg